No diré que me haya cogido por sorpresa, que no lo ha hecho; tampoco diré que me lo esperaba, porque uno no pierde nunca esa pizca de ingénuo optimismo que le lleva a pensar que todo puede modificarse para bien... pero lo cierto es que los hecho siguen siendo contundentes, algo así como esa bofetada de realidad que nos hace pisar tierra; y eso es lo que ha pasado,
Elecciones vascas, las urnas hablan... esas benditas urnas que siempre tienen razón, incluso cuando algo nos dice que \"se equivocan\", es decir, cuando lo que dicen no es lo que quisiéramos oír.