Finalizado hace unas horas el escrutinio de las votaciones, las primeras conclusiones aparecen claras y confirman los sondeos realizados desde el inicio de la campaña y aun antes.
La primera conclusión, crónica de una muerte anunciada, es el desmoronamiento del Tripartito, que, si sumamos los escaños perdidos entre los tres partidos que lo formaban, suman nada menos que 22 (9 el PSOE, 11 ERC y 2 ICV). Los casos de corrupción y desgobierno generalizado han culminado en un hastío integral del electorado hacia esta formación que nació con el primer y principal fundamento de borrar del mapa electoral y social al PP a través de aquel engendro denominado Pacto del Tinell, burda, cateta y absurda respuesta nacionalista a gobiernos nacionales y autonómicos (la España de la segunda legislatura del PP y la Comunidad de Madrid), que habían conseguido mayorías absolutas sin torticerias ni alianzas intergalácticas. No sólo no lo han logrado, sino que han muerto indignamente en el intento.